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Lo primero que hacemos cuando llegáis a nuestro centro es hacer la historia clínica. Y con ello un montón de preguntas para saber mucho mas de vosotros y las causas de esos síntomas que tenéis. Para poder clasificar en qué momento estáis y que tipo de cervicalgia tenemos en la actualidad. Esto va acompañado de pruebas exploratorias y puede necesitarse pruebas clínicas como Radiografía, Resonancia Magnética, Electromiograma entre otras.
La cervicalgia, o dolor en el cuello, es una queja común que afecta a muchas personas en algún momento de sus vidas. Como fisioterapeuta, es esencial comprender los diferentes tipos de cervicalgia para ofrecer un tratamiento eficaz y personalizado a cada paciente. En este artículo, exploraré los distintos tipos de cervicalgia, sus causas, síntomas y cómo la fisioterapia puede ayudar a tratar esta condición.
Los síntomas pueden variar desde una leve molestia hasta un dolor intenso y debilitante. Algunos de los más comunes incluyen:
- Dolor y rigidez en el cuello.
- Dificultad para mover la cabeza.
- Dolores de cabeza (Cefalea).
- Dolor de la mandíbula o ATM.
- Sensación de hormigueo o debilidad en los brazos o entumecimiento.
- Mareo o Vértigo creando inestabilidad.
Te sientes identificad@? Vamos a buscar que tipo de cervicalgia es la que está sufriendo tu cuello…
Existen varios tipos de cervicalgia, cada uno con sus propias características y causas subyacentes. Los principales tipos son:
La cervicalgia mecánica es el tipo más común y está relacionada con problemas en las estructuras del cuello, como músculos, ligamentos, discos intervertebrales y articulaciones por una mala postura, movimientos repetitivos creando una sobrecarga muscular y/o una degeneración de los discos intervertebrales. Los síntomas son dolor localizado en el cuello, rigidez y limitación de movimiento, dolor que puede irradiarse a los hombros o la parte superior de la espalda.
La cervicalgia postural se debe a la mala postura mantenida durante largos periodos, como estar sentado frente al ordenador, usar el móvil, o dormir en una posición incorrecta. Los síntomas son dolor y tensión en el cuello y hombros, fatiga muscular y dolor que empeora al final del día al levantarse de la cama.
La cervicalgia traumática es causada por una lesión o trauma en la región cervical, como en un accidente de tráfico (latigazo cervical), una caída o lesiones deportivas de alto impacto. Los síntomas son dolor intenso y agudo en el cuello, espasmos musculares y restricción severa del movimiento.
La cervicalgia degenerativa está asociada con el desgaste natural de las estructuras cervicales debido al envejecimiento. Puede estar relacionada con condiciones como la espondilosis cervical o la osteoartritis, creando cambios en las articulaciones cervicales. Los síntomas son dolor crónico y persistente, rigidez matutina y posible irradiación del dolor a los brazos o manos.
La cervicalgia radicular ocurre cuando hay una compresión o irritación de las raíces nerviosas cervicales, comúnmente debido a una hernia discal o estenosis foraminal. Los síntomas son dolor irradiado hacia el brazo, entumecimiento o debilidad en el brazo o la mano y sensación de hormigueo.
Siempre tengo que deciros que pueden ser múltiples las cervicalgias, no solo un tipo de ellas. Y que se sumen los síntomas o causas.
La fisioterapia es una opción eficaz para el tratamiento de la cervicalgia. Dependiendo del tipo y la causa del dolor, se pueden utilizar diversas técnicas y enfoques.
El primer paso es realizar una evaluación completa del paciente para identificar el tipo de cervicalgia y sus causas subyacentes. Esto puede incluir una revisión de la historia médica, un examen físico y, en algunos casos, estudios de imagen, como os comentaba al principio.
Ahora que ya sabemos mas cosas de tu cervicalgia, te explico como la trataremos desde FisioSitges.
La terapia manual incluye técnicas como masajes, movilizaciones y manipulaciones para aliviar el dolor y mejorar la movilidad de la región cervical.
- Estiramientos: Para reducir la rigidez y mejorar la movilidad.
- Ejercicios de Fortalecimiento: Enfocados en los músculos del cuello y la parte superior de la espalda.
- Ejercicios de Propiocepción: Para mejorar la coordinación y el control motor.
Puedes ver algunos ejercicios terapéuticos en nuestro perfil de instagram:
Es crucial educar al paciente sobre la importancia de mantener una buena postura y realizar ajustes ergonómicos en su entorno de trabajo y vida diaria.
- Electroterapia: Uso de corrientes eléctricas para reducir el dolor y la inflamación.
- Radiofrecuencia/ Diatermia: Nuestra Winback nos ayudará a aumentar la temperatura y con ello activación de la circulación generando un aumento de colágeno en las fibras musculares y creando mas elasticidad en ellas y una sensación de alivio de la zona.
- Mantén una buena postura: Asegúrate de que tu lugar de trabajo esté a la altura adecuada. Usa sillas ergonómicas y coloca el monitor a la altura de los ojos. Siéntate con los 3 ángulos a 90º cadera rodillas y pies. Trabaja con tus antebrazos apoyados y tus hombros en posición neutra.
- Escoge una buena almohada según en la postura que duermas. La medida de tu hombro y tu posición preferida hará que necesites una almohada concreta.
- Haz pausas y estiramientos: Si trabajas muchas horas sentado, toma descansos regulares para estirarte. Realiza ejercicios suaves de estiramiento para el cuello y los hombros. Utiliza una alarma que te recuerde que has de cambiar tu postura.
- Aplica calor o frío: Aplicar una bolsa de hielo durante los primeros días puede reducir la inflamación. Después, el calor puede ayudar a relajar los músculos.
- Practica ejercicios de fortalecimiento: Fortalecer los músculos del cuello y la parte superior de la espalda puede ayudar a prevenir futuros episodios de dolor.
- Controla el estrés: Técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda pueden reducir la tensión muscular.
Si experimentas dolor cervical intenso, que no mejora con los consejos que os explicamos anteriormente, o si el dolor se extiende hacia los brazos y provoca debilidad, entumecimiento o hormigueo, es fundamental consultar con un fisioterapeuta o un médico especialista. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden prevenir complicaciones y mejorar tu calidad de vida.
Recuerda, el dolor cervical es común pero no tiene por qué convertirse en una parte permanente de tu vida. Con las estrategias adecuadas y un enfoque proactivo, puedes encontrar alivio y volver a disfrutar de tus actividades diarias sin molestias.
Espero que estos consejos te sean útiles. Si tienes alguna pregunta o necesitas una consulta personalizada, no dudes en contactar con FisioSitges. Estamos aquí para ayudarte a buscar la mejor solución para tu calidad de vida.
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